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El transporte está estrechamente ligado a todas las facetas de la vida y al comercio entre las naciones, por lo que si los sistemas de transporte son capaces de satisfacer las necesidades de sus habitantes y empresas, éstos sin duda prosperarán.

A lo largo de la historia, los avances tecnológicos han jugado un papel clave en la construcción y la mejora de los sistemas de transporte, y como resultado, se han convertido en un poderoso motor de la economía. Hoy en día, no entenderíamos el transporte sin tecnologías como el Global Positioning System (GPS) y las comunicaciones inalámbricas de banda ancha. Consciente de lo anterior, el U.S. Department of Trans­portation (DOT) pi­dió al John A. Volpe National Trans­por­tation Systems Center realizar un estudio que derivó en el informe 2015 OST-R Trans­portation Technology Scan: A Look Ahead.

Se trata de un documento visionario que analiza una serie de tecnologías prometedoras que podrían tener un impacto sustancial en los sistemas de transporte en un futuro cercano. Cada una de ellas toma en cuenta los principales retos que enfrentará la industria en las próximas décadas y que han sido identificados por el DOT:

• Los sistemas de transporte tendrán que adaptarse a una población en aumento y a una economía en crecimiento.

• La infraestructura tendrá que adecuarse y ser más resistente a los efectos del cambio climático que están generándose.

• Las soluciones que surjan deben ser ambientalmente sostenibles, manteniendo o mejorando el acceso y la equidad social.

Sin duda el desafío es grande; por ello, los desarrolladores deben ser proactivos y buscar que las nuevas tecnologías tengan aplicaciones claras para el transporte. Lo anterior es fundamental, pues es­tos avan­ces también pue­den implicar riesgos, por lo que es necesario anticipar los impactos potenciales. El enfoque debe consistir en encontrar un equilibrio entre el apoyo a la innovación y la mitigación de los riesgos.

Los avances

Este informe identifica las tecnologías emergentes y las aplicaciones innovadoras que pueden comenzar a tener un impacto significativo en los sistemas de transporte en los próximos tres a cinco años. Colectivamente, podrían afectar a todos los modos de transporte en Estados Unidos y permitir nuevos enfoques para la resolución de problemas que han afectado al transporte por años, tales como la seguridad, la eficiencia de la red y la movi­lidad para todos los usuarios.

El documento incluye las tecnologías identificadas y expone una serie de temas importantes como:

• El creciente papel de los datos y la conectividad. Las nuevas fuentes y usos de los datos son a la vez una oportunidad y un desafío, por lo que es fundamental alcanzar un balan­ce entre el acceso a los datos y la necesidad de garantizar la seguridad y proteger la privacidad. La conectividad permite un gran al­cance en tiempo real o casi real.

• Los cambios en la fuerza de trabajo. Muchas de las tecnologías examina­das impactarán en diferentes secto­res de la fuerza de trabajo. En algunos casos, motivarán la creación de nuevos pues­tos laborales que requieren habilidades novedosas, pe­ro también podrían causar el desplazamiento de otros puestos de trabajo.

A continuación siete tecnologías que re­volucionarán al transporte:

1.- Internet of Things (IoT) o Internet de las Cosas. IoT permitirá vehículos conectados e infraestructura inteligente: por ejemplo, los sensores de puente que detectan la formación de hielo y alertan sobre vehículos que se aproximan. Esto también conduce a la integración del transporte inteligente dentro de sistemas más amplios, como la gestión del tráfico y estacionamiento. Para los conductores, el IoT representa el uso de sensores portátiles que combinan datos de GPS con datos fisio­lógicos. Los beneficios potenciales incluyen el monitoreo de alerta y de las condiciones fisiológicas, en particular en la detección de la fatiga.

2.- Análisis avanzado. Esto significa un análisis del tráfico en tiempo real a través de sistemas mucho más sofisticados, y pronósticos de tráfico y rutas predictivas mucho más precisas. Dentro del vehículo, los sensores ya permiten a los operadores monitorear remotamente aspectos como el rendimiento, la ubicación, las cámaras de video y las advertencias de fallas. Asimismo, estos sistemas pueden permitir un enfoque basado en el riesgo para el mante­nimiento preventivo.

3.- Vehículos automatizados. Ya hemos visto que es posible la conducción de un camión de manera autónoma, en la cual el conductor puede entregar el control durante intervalos limitados bajo ciertas condiciones. No obstante, la adopción generalizada de vehículos totalmente automatizados sigue provocando incertidumbre. Pese a lo anterior, esta tecnología seguirá avanzando en los próximos años y hay que estar atentos.

4.- Sistemas de aeronaves no tripuladas (drones). La cadena de suministro ha evolucionado en los últimos tiempos. Recientemente, Amazon desarrolló un dron para la entrega de paquetes. Según el estudio, podrían surgir aplicaciones similares como complemento de los servicios de transporte terrestre existentes en distancias cortas.

5.- Servicios a la carta u On-demand. Sistemas co­mo Uber y Cabify, controlados a través de aplicaciones en los teléfonos inteligentes, han demostrado su efectividad. Se trata de un esquema que también puede funcionar para la transportación de mercancías, tomando en cuenta que en Estados Unidos se recorren más de 20,000 millones de mi­llas al año con camiones vacíos.

6.- Conceptos innovadores de protección para peatones, ciclistas y motociclistas. Sobre la base de los éxitos observados en otras partes del mundo, varias ciudades de Estados Unidos como: Portland, Oregon; Cambridge, Massachusetts; y Nueva York, están poniendo a prueba programas para instalar protecciones laterales en los camiones con el fin de resguardar a los peatones, ciclistas y motociclistas de las ruedas traseras de un vehículo pesado en caso de colisión.

7.- Transferencia de energía inalámbrica. Piense en una placa de carga inductiva de un teléfono celular, ahora imagine una lo suficientemente grande como para cargar un autobús o un camión. Ésta es una tecnología que crecerá conforme se eleve el número de unidades eléctricas circulando en las ciudades del mundo. Seguramente será algo común en los próximos años. Luego de analizar algunas de las innovaciones que se están gestando para esta industria, podemos concluir que, en definitiva, el equilibrio adecuado entre la tecnología y las políticas permitirá afrontar los retos y necesidades que el mercado exige. Lo cierto es que estas tecnologías interactuarán y evolucionarán de maneras que hoy no po­demos ni imaginar.

TyT