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Eduardo Méndez Vargas

Los bloqueos carreteros durante junio y julio en la zona del Istmo de Tehuantepec causaron afectaciones a más de 150,000 vehículos de carga, con pérdidas monetarias incalculables para los empresarios transportistas.

El conflicto magisterial, en una sola región metió freno de mano al autotransporte a nivel nacional. La zona de Chiapas, Oaxaca y Veracruz vivió una convulsión social en la que los bloqueos  carreteros se generalizaron en el séptimo mes del año.

De acuerdo con Manuel He­rrera Vega, Presidente de la Con­federación de Cámaras In­dus­­triales de los Estados Unidos Me­xicanos (CONCAMIN), estos bloqueos pulverizaron el desa­rro­llo económico de diversos sectores productivos de la región.

La industria de lácteos, por ejemplo, estimó una afectación monetaria superior a los 300 mi­llones de pesos.

La plataforma logística de América: ¡noqueada! En concreto, el gremio autotransportista, se llevó los gol­pes más bajos. La necesidad de encontrar nuevas rutas y orga­ni­zar embarques desde dife­ren­tes puntos para evitar los ca­minos más afectados, ocasio­nó que las entregas se retra­saran e incluso fueran canceladas.

Echando números, la industria del cemento estimó una afec­tación superior a los 800,000 pesos diarios. La industria re­fresquera sufrió un impacto econó­mico cercano a los 140 millones de pesos.

Los empresarios relacionados con el maíz industrializado resultaron agra­viados con 85,859 dólares, y todos por costos de transporte y pérdidas de mercancía. No menos importante es el impacto en la industria automotriz, donde quedaron inmovilizados vehículos con valor co­mercial aproximado de 450 mi­llones de pesos (mdp).

En Manzanillo se obstaculizó el movimiento de 19 buques con un total de 72,000 contenedores, lo que afectó gravemente al autotransporte de carga.

El verdadero impacto

De acuerdo con Enrique Arman­do González Muñoz, Director General de Express MG −empresa transportista con una flota de 67 camiones−, un vehículo dete­nido representa un activo que sigue produciendo un gasto fijo. En aplicación de refrigerados, rabón y full, el costo oscila entre los 3,000 y 5,000 pesos diarios. Aunado a eso, los operadores disminuyen su productividad, ya que salen a carretera con el temor de transitar por zonas violentas e inseguras, donde los manifestantes, incluso quemaron camiones.

“Se trata de una pérdida im­portante que aún no se puede cuantificar porque no hay cer­teza de cuándo terminará esta situación”, declaró para TyT el empresario transportista. Sin embargo, de acuerdo con la CONCAMIN, las afectaciones económicas se calculan en más de 90 mdd en la región.

Se trata de un conflicto que directa o indirectamente afecta a todo el sector, sin importar el origen de la empresa, ya que el traslado de mercancías fluye por todo el territorio nacional, salvo aquellas compañías que no reali­zan operaciones en la zona sur.

El costo del flete aumentó 20% debido a las largas estadías y dobles operadores

Afectaciones diarias  por sector, donde el principal sobrecosto (25%) lo representó el transporte de carga:

Refresquera: 140 (mdp)

Lácteos: 300 (mdp)

Automotriz: 450 (mdp)

Cemento: 800 (mdp)

TyT