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Febrero deja una marcada huella en el autotransporte

Después de intensas sesiones de trabajo, discusiones y diálogo entre autoridades y líderes del sector −particularmente los presidentes nacionales de la Cámara Nacional del Autotransporte de Carga (CANACAR) y la Cámara Nacional del Autotransporte de Pasaje y Turismo (CANAPAT)−, el robo al autotransporte federal de carga, pasajeros, turismo y transporte privado, fue tipificado a partir del pasado 22 de febrero como delito federal.

Sin duda, es un primer gran paso para enfrentar este flagelo que aqueja a todos los transportistas por igual. El crimen organizado ha tomado como rehén al sector, al grado de que la CANACAR señaló el año pasado en un desplegado nacional dirigido al Presidente Enrique Peña Nieto: “Lamentablemente podemos decir que hoy nuestras carreteras se han convertido en tierra de nadie”. Hecho que cimbró las estructuras encargadas de impartir seguridad y justicia en el país.

También este febrero será recordado por la publicación de la actualización de la NOM-044-SEMARNAT-2017, que establece los límites máximos permisibles de emisiones contaminantes provenientes del escape de motores nuevos que utilizan diesel y que se utilizan para la propulsión de vehículos automotores con Peso Bruto Vehicular mayor a 3,857 kilogramos, así como del escape de vehículos automotores nuevos con Peso Bruto Vehicular mayor a 3,857 kilogramos equipados con este tipo de motores.

La industria armadora de vehículos pesados había insistido en la necesidad de reglas claras y oportunas en esta materia, porque aunque todas las marcas afiliadas a la Asociación Nacional de Productores de Autobuses, Camiones y Tractocamiones, A.C. (ANPACT) ya se habían pronunciado sobre la disponibilidad de tecnologías que cumplen con normativas ambientales más estrictas, requieren ajustes a sus líneas de ensamble, capacitación a técnicos y fuerza de ventas, herramental y adecuaciones en la red de distribuidores.

Esta normativa exige que los motores y vehículos automotores nuevos producidos a partir del 1 de enero de 2019 y hasta el 31 de diciembre de 2020, cumplan con los estándares de emisiones Euro V/EPA 07. De forma paralela, en este periodo también podrán comercializarse motores Euro VI/EPA 10. Igualmente, los vehículos fabricados a partir del 1 de enero de 2021 únicamente podrán incorporar motores con estos últimos estándares. Lo anterior está supeditado a que exista plena disponibilidad de diesel de Ultra Bajo Azufre (UBA) en el territorio nacional, elemento indispensable para el funcionamiento de esta tecnología.

Asimismo, varias de las nuevas reglas establecidas en la NOM-012-SCT que regulan el peso y dimensiones máximas con las que pueden circular los vehículos de autotransporte que transitan por las vías generales de comunicación de jurisdicción federal, entraron en vigor el 24 de febrero, especialmente para los doblemente articulados. La demanda del sector es que esto no se convierta en un argumento más de extorsión.

Es así como el segundo mes de este año ha dejado una marcada huella en el autotransporte y en la industria armadora de vehículos pesados. Ahora, es fundamental buscar la reactivación del Programa de Renovación Vehicular y el otorgamiento de incentivos verdes, ya que las nuevas regulaciones de emisiones provocarán incremento en el precio inicial de los vehículos pesados, elemento disuasivo para renovar el parque vehicular.

Equipo Editorial.